Vivir en lo intangible

El año comenzó con la perspectiva de quien siente que todo es posible, con esa sensación de vibrar otra vez en la sincronía del deseo y la realidad. Una orilla de mar distinta a todas, dispuesta a traer con la espuma la presencia de un nuevo camino. Una vez más, sentir el cuerpo sumergirse en un sueño fantástico y veraz. Y así como quien toma una pausa antes de saltar, cerramos los ojos un momento y de pronto despertamos cada uno en un rincón del mundo, confinados y confiados en que después de un par de semanas, todo seguiría su curso, no ya normal, sino ciento de veces mejor.

C'est un rêve [esto es un sueño]

Desde un comienzo sentí que era una oportunidad de estar en silencio. Meses atrás había deseado estar así: en casa. "Siempre tuve tiempo, pero ahora no tengo excusas", pensé. El espacio de expresión no tenía límites para el juego. Con la conciencia del contexto real, asumí el rol correcto; por un tiempo o dos hice todo lo que había que hacer, inflexible frente a mí. Decían que el mundo estaba en pausa, pero vi todos los atardeceres moverse de lugar. Y sentí que el tiempo ya no existía. Sentí amor. Sentí nada; sentí el recuerdo. Sentí todo lo que no sucedió.

Todos tenemos un plan que no fue, todavía

Por unos días creí que mi cuerpo, mi mente, mi algo de todo, estaban en otro espacio. Como si una parte de mi hubiera seguido con el plan original, viajar, volar, vivir. Y así fue como un día desperté con cierta necesidad compulsiva de sacar, tomar, encontrar o inventar fotos. No hay un término que sienta apropiado para la acción, nunca entiendo bien qué hago cuando estoy delante y detrás de la cámara, ilusoriamente, a la vez. Y el sentimiento es el mismo cuando las imágenes se replican en la pantalla y se agrupan por forma y color. Fue extraño ver cómo al 'azar' las imágenes formaban una nueva; la música, las voces, todo estaba ahí; como si las cosas sucedieran solas cuando el instinto provoca el movimiento.

Y quizás todavía no encuentre o asuma el sentido de las cosas más absurdas, como levantarse un martes y que sea domingo, desayunar antes de dormir, haber vivido y sobrevivido, sentir libertad. Ahora que todo es lejos, que todo es distancia, ahora que sentir otro cuerpo es casi un recuerdo, ahora que ya se dijeron todas las cosas, ahora que ya se sintieron todas las cosas, quizás es momento de convivir con todo aquello que somos, siempre, más allá de las circunstancias, ahora que no tenemos excusas, ahora, que todavía estamos.

(y) quizás volver, ya no exista; quizás sea aún mejor.

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Serie realizada durante el período de confinamiento marzo/abril en Haedo, Bs As, Argentina. 2020.