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Sagrada Barcelona

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  • 30 dic 2018
  • 2 Min. de lectura

El tiempo nunca es suficiente para recorrer Barcelona, su belleza es tal que siempre deja la sensación de haber visto algo nuevo en lo ya conocido y las ganas de volver a vivir cataluña una vida más. En esta oportunidad, la visita fue a la basílica de la Sagrada Familia, templo del arte concebido por el gran arquitecto español: Antoni Gaudí (1852-1926).

Tres viajes, tres rostros, tres deseos

De las tres veces que viajé a la península, la Sagrada Familia era una visita pendiente. Imponente desde cualquier punto de vista, lejos de ser tan sólo una catedral, forma parte del gran legado que Gaudí dejó en el mundo. Cada espacio de la basílica está colmado de esculturas y vitrales que tallan cada rincón de la obra. Desde el exterior, las imágenes parecen salidas de un cuento en donde los personajes se posaron entre las rocas y se convirtieron en ellas y, basta con dar la vuelta a la esquina para descubrir cómo la geometría se convierte en los castillos de arena mojada de la infancia; mientras que la luz del sol atraviesa los vitrales y tiñe de colores su interior.

La obra congrega creencias cristianas, naturaleza y geometría en todas sus caras, Las tres fachadas representan los tres momentos culminantes de la vida de Jesucristo: su nacimiento (calle Marina), su pasión, muerte y resurrección (calle Sardenya), y su gloria, presente y futura (calle Mallorca). El templo continúa en construcción y mantenimiento constante, sin embargo, la magia innata es posible gracias a su inigualable creador que trabajó cuarenta y tres años en el templo y dejó instrucciones para la finalización de la obra que, debido a su magnitud, sucedería a su propia muerte. Hoy el cuerpo del arquitecto descansa en la cripta del templo, en la Capilla de la Virgen del Carmen.

El análisis artístico & histórico es inacabable; para los curiosos, toda la información en la página oficial http://www.sagradafamilia.org. y, para los más aventureros: Metro L2 y L5 estación Sagrada Família. Y, ¿mis tres deseos de Barcelona? Viajar, conocer, y volver a viajar. Que disfruten la visita ;)

«No hay que lamentar que yo no pueda acabar el templo. Yo me haré viejo, pero otros vendrán detrás mío. Lo que debe conservarse siempre es el espíritu de la obra, pero su vida tiene que depender de las generaciones que se la transmiten y con las cuales vive y se encarna.» Antoni Gaudí.


 
 
 

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