Laberintos infinitos [arteBA]
- f | mdv
- 17 abr 2019
- 3 Min. de lectura
Del 11 al 14 de abril de 2019 se llevó a cabo la vigésima octava edición de arteBA; una de las muestras latinoamericanas más importantes y esperadas que promueve el arte contemporáneo argentino y de la región.
Curvas rojas
Después de un fin de semana un tanto eufórico y gris, llegué a la Rural de Palermo a sabiendas de que la obra que buscaba iba a encontrarme a mí. Intensamente roja, la vi; curva y contra curva. Me acerqué a verla como se vuelve a pensar sobre el pasado, con la sensación de vivir todo por primera vez y con la duda secreta de su existencia. Capaz de cautivar todos los sentidos y dejar la vida en suspensión, al pie del calado del artista argentino Beto De Volder, fue un momento en el que todo, dentro y fuera, desvaneció.

[Y a veces, las cosas no salen como uno lo esperaba, y la imagen se mueve, o quizás el mundo saltó o quizás fue intencionado y es el arte lo estático que observa el movimiento. Lo cierto es que una vez alguien me dijo que primero hay que conocer las técnicas para poder romper y jugar con todo; romper y jugar, volver a(r)mar]
Tiempo curvo, espacio desvanecido
Después de dar algunas vueltas por el predio, me acerqué a la asistente de la galería para consultarle sobre uno de los trabajos de Beto, y fue entonces cuando abrió la puerta. Era la trastienda de todo. Colgado en la pared de un espacio mínimo encontré el calado en mdf que estaba buscando. El cuarto era más estrecho que mi lente, sabía de antemano que sería imposible encuadrar toda la obra en una sola toma de 50mm, pero sabía también que no buscaba una foto, sino un recuerdo, una prueba de presente, una secuencia de belleza apretada entre decenas de objetos creados con un solo fin; desprendidos del tiempo.
Salí con cuidado y recorrí el resto de la feria tres o cuatro veces; caminé en círculos, en laberinto, mirando a la gente mirar. Contemplar las historias y sus curvas requiere de andar, sentir, escuchar y observar cómo todo pasa frente a la obra. Ya propia del espacio y elástica en su presencia, atraviesa la vida; desprendida, a todos nos trasciende y convoca, a nadie y a todos, el arte necesita.
Permanencia infinita -ya no sé si observo o soy a quien mira-. Y ya no sé si el color es una percepción, una construcción de la retina o un sentimiento de falta o presencia. Y lo incierto quizás sea lo real y cuando desmonten la feria y ya no quede nada más que en el recuerdo de los visitantes, las curvas seguirán su constante línea roja que nos envuelve y nos atrapa, nos enreda y desata; nos pasa por delante y observa sin permiso ese pequeño mundo que es la trastienda de belleza de todos los que pasaron por aquí.
arteBA- Sección Principal - Del Infinito - artista Beto De Volder, calado en mdf
Hemisferios conjugados, el origen de la línea
Beto De Volder es un artista argentino nacido en la década del 60 que exploró los caminos de la línea y el punto a través de su carrera. En su camino de laberintos de grafito, pulso y un poco de humo, estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano, y fue becado por la Fundación Antorchas para trabajar en el Taller de Barracas, dictado por Luis Fernando Benedit y Pablo Suárez. Su obra visitó Sudamérica, Europa y los Estados Unidos, en donde reside actualmente y sigue trazando curvas de lápiz, suaves e infinitas.
Y es mi tío, quería decirlo :)
Galería de la galerías
Referencias bibliográficas y de estilo
Galería Del Infinito http://www.delinfinito.com/artistas/beto-de-volder/
Fundación arteBA http://www.arteba.org/author/arteba/
Julio Cortázar; siempre Julio. Cuentos completos l / La foto salió movida

































































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